El Ayuntamiento ha modificado las condiciones del contrato del servicio de transporte urbano con el objetivo de optimizar sus recursos a través de la reducción de un 8% en el número de kilómetros recorridos, baremo que según se explicita en el pliego de condiciones del contrato es el que fija la cantidad que tiene que pagar el Consistorio a la empresa concesionaria, a nivel global por todos los autobuses públicos en un período de un año.

Esta reducción ha sido adoptada en base a un exhaustivo informe realizado por la propia entidad gestora a petición del Equipo de Gobierno, ya que es una las propuestas surgidas en la Mesa de Ahorro para ajustar el nivel de utilización de los recursos al coste real del servicio y por tanto obtener la eficiencia demandada por nuestra situación económica actual.

Dado que el nivel de ocupación de todas las líneas desciende de una media del 40% durante los días laborables hasta el 15% los festivos y fines de semana, “esta opción ha sido la más eficiente de todas las barajadas”, explicó la edil de Organización y Personal, Paloma Rivero.

Cabe destacar que esta medida, que supondrá un ahorro a las arcas municipales estimado en más 190.000 euros, “no se va a ver afectado ni un sólo puesto de trabajo” aseguró la concejal, y que lo que si se van a ver modificadas son las frecuencias en determinadas líneas, “sin que ello signifique un menoscabo del servicio”, aclaró, suponiendo en términos reales “una alteración al 2,8% del total de usuarios del transporte urbano”, añadió.

En concreto las líneas que van a verse modificadas son la A, cuya frecuencia pasará de 13 a 26 minutos los sábados, la B que pasará de 15 a 30 minutos también los sábados, la P en la que el tiempo de paso sube de 30 minutos a 1 hora y la M en la que el inicio del servicio se retrasa de las 11:30 a las 14:30 horas.

“En todo caso esta medida será provisional para este año ya que se está trabajando en un nuevo contrato y organización de este servicio público que el Equipo de Gobierno considera esencial para la ciudad de Palencia”, concluyó Paloma Rivero.