Alfonso Polanco, alcalde de Palencia; José Manuel Bilbao, director ejecutivo territorial de “la Caixa” en Castilla y León-Asturias; y Luis Reverter, secretario general de Fundación “la Caixa”, han inaugurado hoy la exposición El Bosque. Mucho más que madera.
España tiene una superficie arbolada de 14.732.247 ha. Teniendo en cuenta que la superficie total de España es de 50.595.505 ha, los bosques representan el 29 % de todo el territorio. El bosque no es un conjunto de árboles, sino que es un ecosistema complejo, donde los diferentes elementos que lo forman (árboles, arbustos, animales, hongos, bacterias, etc.) tienen un papel fundamental y están íntimamente relacionados unos con otros. Como componente de la biosfera, el bosque cumple una serie de funciones ecológicas fundamentales. Además de todas estas funciones, también hay que tener en cuenta las asociadas al aprovechamiento de los bosques como recurso y el gran valor sociocultural que tienen para los seres humanos. El primer apartado de la muestra se centra en la organización jerárquica de la naturaleza, desde la biosfera y ecosistemas hasta un microsistema del suelo de un bosque.
Los protagonistas principales de los bosques son los árboles, y por esto se les dedica el segundo apartado. Los árboles son seres vivos pluricelulares, vegetales y leñosos, que ocupan el estrato más elevado de la vegetación. El tronco y las ramas actúan como estructuras de soporte y transporte de sustancias entre la parte aérea y la parte subterránea. En las hojas es donde tienen lugar la fotosíntesis y los intercambios mayoritarios de gases y agua con la atmósfera. Por lo tanto, su importancia es esencial. Se calcula que las aproximadamente 250.000 hojas que tiene un roble adulto fabrican el 90 % de la materia orgánica de todo el cuerpo del árbol. Al mismo tiempo los árboles tienen derivadas en el conjunto del ecosistema forestal: regulan la entrada de luz y la humedad, proporcionan alimento y cobijo a plantas y animales, sustentan el suelo y aportan material para fabricar humus.
El humus es la parte superior del suelo, formada por la mezcla de elementos minerales y restos orgánicos. Mantiene el suelo aireado y esponjado, retiene el agua y los minerales y aporta nutrientes lentamente. Las lombrices de tierra, los hongos y las bacterias cumplen una importante función de reciclaje y de enlace entre el mundo mineral y la planta. Una reproducción en la que se muestran los diferentes componentes del suelo —roca madre, grava y restos vegetales— permitirá ver las diferentes capas del suelo y la actividad de las lombrices de tierra.
El bosque de España, es el tercer ámbito de la exposición. En él se explica que España es el país de Europa con más biodiversidad. Esta riqueza también queda de manifiesto en la diversidad de flora existente. Dieciocho especies de las más representativas de España, son las que se exhiben es este espacio. El público que visite la muestra también se encontrará con una colección de sus hojas, semillas y frutos, así como instrumentos fabricados con la madera de estas especies arbóreas.
En todas las regiones hay árboles singulares, reconocidos por la gente debido a alguna característica relacionada con su tamaño, su historia o su dimensión cultural tradicional. Es el caso de los cinco ejemplares que acoge El bosque: el «Gernikako arbola» de Guernica (Bizkaia), el «o avó» de Chavín (Lugo), «la Terrona» en Zarza de Montánchez (Cáceres), «el castaño de Cantín» de Villasumil (León) y «el Acebuche de El Rocío» de Almonte (Huelva).
Qué productos se extraen y cómo afecta a este ecosistema la influencia del ser humano según el uso que haga de él son los temas en los que se centra el último apartado de esta exposición: Bosque y ser humano. El uso de los bosques de España, ha pasado por diferentes etapas desde las primeras intervenciones prehistóricas y romanas. Uno de los principales usos de la madera ha sido la construcción de naves, especialmente desde el inicio del comercio con América. En el siglo xviii, la explotación de los bosques para fabricar embarcaciones cambió para siempre la configuración original de estos ecosistemas. A partir de esa época, los bosques experimentaron una intensa intervención del ser humano, lo que provocó la reducción de masas forestales debido a la explotación de la madera para finalidades constructivas y como fuente de energía. A partir de la segunda mitad del siglo xx, la actividad forestal se fue reduciendo. La implantación de nuevas fuentes de energía en sustitución de leña y carbón vegetal, y el uso de nuevos materiales para la construcción en lugar de madera redujeron la explotación forestal y, por consiguiente, se experimentó un crecimiento de la superficie forestal española.
Un uso sostenible de los bosques, como los productos certificados que se muestran en la exposición, es una herramienta esencial para asegurar un futuro mejor para todos. De esta manera, cuidando y aprovechando lo que el bosque nos ofrece podemos evitar episodios negativos como los incendios y sus consecuencias que también se encuentran citados en la muestra como ejemplo de abuso incontrolado del bosque.