El Canal de Castilla recupera todo su esplendor en la época estival gracias a la oferta que pone en marcha la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Palencia. A partir de hoy y hasta el 15 de septiembre el Canal se convertirá en un espacio natural de aventuras, ya que se podrá navegar a bordo de embarcaciones eléctricas “acompañados de un monitor que irá explicando a los usuarios la historia de esta gran obra de la ingeniería hidráulica, así como la flora y la fauna”, detalló la Concejal responsable, Laura Lombraña.
Este año, como novedad, se suma a la propuesta otras dos actividades muy demandadas como piraguas y paddle surf.Por una parte, las piraguas dobles podrán alquilarse los miércoles y los viernes de 11:00 a 14:00 h y de 17:00 a 20:00 h. Por su parte, el paddle surf podrá practicarse los martes de 17:00 a 20:00 h y los jueves de 11:00 a 14:00 h y de 17:00 a 20:00 h. Para ambas actividades será imprescindible reservar con, al menos, 24 horas de antelación.
En el caso de las embarcaciones eléctricas, que “resultaron un éxito el pasado año con 1.300 usuarios de diferentes puntos de España”, comentó Lombraña, se podrán utilizar los martes de 17:00 a 20:00 h y de miércoles a domingo, en horario de 11:00 a 14:00 h y de 17:00 a 20:00 h. Un viaje con una duración de 45 minutos y con salida desde el embarcadero de la Dársena. Además, este año se da la posibilidad a los usuarios de aprender a manejar las embarcaciones.
Habrá un máximo de cinco personas por embarcación más un monitor, y se recuerda que la actividad no está permitida para niños menores de 5 años.
Venta de entradas
Estas propuestas turísticas estarán en marcha del 1 de julio al 15 de septiembre. Las embarcaciones tendrán un precio de 18,15 € por embarcación (independientemente del número de personas), mientras que la tabla de paddel surf costará 7 euros y la piragua doble, 14 euros. Se podrán comprar las entradas en el embarcadero de la Dársena del Canal. También se ha habilitado un teléfono para reservas: 661 70 80 81.
Datos históricos
El Canal de Castilla constituye una de las obras de ingeniería civil más importantes de las realizadas entre mediados del siglo XVIII y el primer tercio del siglo XIX. Discurre a lo largo de 207 kilómetros uniendo las localidades de Alar del Rey (Palencia), donde tiene su nacimiento, y las de Valladolid y Medina de Rioseco, situadas respectivamente al final de los ramales Sur y de Campos. Su finalidad era sacar los géneros de Castilla hasta los puertos de mar para facilitar su comercialización.
En concreto, la Dársena del Canal situada a la entrada de Palencia, fue utilizada para facilitar la maniobra de las barcazas que se movían por el Canal de Castilla desde el año 1753 hasta 1849.