Pistoletazo de salida para la primera red de calor renovable de Iberdrola en Palencia. La compañía, que reafirma su apuesta por la descarbonización, prevé invertir cerca de 40 millones de euros en el despliegue de una red de distribución de calor renovable para el suministro de calefacción y agua caliente tanto para comunidades de propietarios como empresas y edificios de la administración.
La alcaldesa de Palencia, Miriam Andrés, acompañada del delegado de Iberdrola en Castilla y León, Miguel Calvo y el responsable del proyecto, Javier Amores, ha visitado esta mañana las obras de construcción de la central de generación de origen 100% renovable.
La ejecución de esta red de calor, que cuenta con una concesión demanial del Ayuntamiento de Palencia de cincuenta años, se desarrollará a lo largo de los próximos tres ejercicios y discurrirá principalmente por los barrios de Pan y Guindas, Centro, Allende del Río, El Carmen, San Juanillo, Avenida de Madrid, San Pablo y Santa Marina, San Antonio, Santiago, Ave María y El Cristo.
Esta forma de obtener agua caliente y calefacción, que cuenta con una mayor eficiencia energética y económica y que estará operativa en 2025, se convierte en una alternativa mucho más limpia, segura y eficiente para los usuarios que las generadas con gas o gasoil y, además, no supone inversión alguna para el cliente final ya que la conexión tiene coste cero y solo pagará la energía consumida.
La alcaldesa de Palencia, Miriam Andrés, afirma que esta red de calor que se instalará a lo largo y ancho de nuestra ciudad “nos va a permitir casi completar lo que es el circuito de las calderas comunitarias en la propia capital para obtener un calor eficiente y sostenible, dentro del nuevo modelo de ciudades de la Agenda 2030”, donde según puntualiza “tenemos que ir hacía la reducción de combustibles fósiles y la eficiencia energética en todos los aspectos”.
“Este proyecto servirá para acelerar la descarbonización de los servicios de calefacción y agua caliente sanitaria (ACS), ayudando a tener un aire más limpio en el entorno y una factura energética en los hogares más reducida y no sujeta a los vaivenes de los precios que sufren los combustibles fósiles a nivel internacional. Además, mediante la conexión a la red de la industria local, bien para aportar su calor residual o para consumir calor de la red, o ambas cosas, se contribuye de forma decidida a la eficiencia energética y economía circular”, subraya Miguel Calvo, delegado de Iberdrola en Castilla y León.
Los consumidores de esta red de calor renovable podrían ahorrar hasta un 20% en su factura energética, pudiendo quedar garantizado el ahorro frente al sistema al que reemplaza por contrato y dejando el sistema antiguo como respaldo.
Asimismo, con la puesta en marcha de este proyecto se evitará la emisión de aproximadamente 20.000 toneladas de CO2 al año.
La compañía cuenta con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ya que la iniciativa ha sido seleccionada para recibir una subvención de 4,9 millones de euros del Programa de Incentivos a proyectos de redes de calor y frío que utilicen fuentes de energía renovable en concurrencia competitiva, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia –financiado por la Unión Europea– NextGenerationEU.
Esta iniciativa es el primera de una ambiciosa cartera de proyectos que Iberdrola está promoviendo en España y que cubriría una demanda aproximada de más de 4 TWht/año. Para su ejecución, Iberdrola constituyó en el año 2021 al 50% con Recursos de la Biomasa, S.L.U. una sociedad denominada IR Redes de Calor y Frío, S.L., cuyo objeto social consiste en la promoción, desarrollo, construcción y explotación de las redes de calor y frio. Recursos de la Biomasa, S.L.U. (REBI. REBI es una compañía de servicios energéticos con reconocido prestigio y amplia experiencia en el sector de diseño, gestión y explotación de instalaciones térmicas para uso residencial, terciario e industrial, y cuenta con una notable experiencia en el diseño, construcción y mantenimiento de grandes redes de calor que actualmente presta servicios energéticos a más de 10.000 viviendas y edificios públicos en sus seis redes operativas -Ólvega, Soria, Aranda de Duero, Guadalajara, Universidad de Valladolid y Cuenca-.
Una red de calor que abastecerá a más de 5.000 viviendas
Las redes de calor se alimentan de la energía renovable que tienen a su alrededor como el calor industrial residual, bombas de calor, geotermia, solar, biomasa y cualquier tipo de energía disponible para suministrar agua caliente y calefacción a un complejo residencial o a una ciudad reduciendo emisiones y, por lo tanto, la contaminación.
El calor viaja desde una planta central en forma de agua caliente a través de un sistema de tuberías enterradas hasta llegar a una subestación que organiza el traspaso de la energía al circuito interno de los edificios. Se trata de una actividad que en España cuenta con muchas oportunidades de crecimiento.
Esta primera red de calor en Palencia contará con una central de generación de origen 100% renovable y abastecerá a más de 5.000 viviendas por medio de este sistema de tuberías de aproximadamente 20 kilómetros que compondrá la red impulsión/retorno de la instalación centralizada que conectará la central con los edificios e industrias adheridas. Además, la red de calor dispondrá de un depósito de almacenamiento de 10.000m3 que permitirá desacoplar la producción de la demanda de calor.
Además de las ventajas para los usuarios, que dispondrán de un control inteligente de la energía de los edificios, mejorando su calificación energética, y contarán con un sistema más simple de agua caliente y calefacción, que mejorará la fiabilidad frente a los tradicionales, también sale beneficiado el resto del entorno donde se desarrolla y el medio ambiente, ya que se aprovecha el excedente energético para producir calor mejorando la eficiencia y la economía local y se reducen las emisiones de CO2 y polución del entorno.
Reducir las emisiones de CO2
La calefacción en los hogares en Europa es responsable de cerca del 36% de las emisiones de CO2. En este contexto, la Comisión Europea ha marcado como objetivos reducir las emisiones en al menos un 40% en 2030, respecto a los niveles de 2008, y en al menos un 50% en 2050.
La nueva generación de redes de calor se caracteriza por la integración de tecnologías avanzadas de almacenamiento de energía. En este caso, se utiliza un tanque de almacenamiento de energía para acumular el exceso de calor generado por las fuentes renovables cuando la demanda es baja. Este tanque permite almacenar el calor durante períodos de producción excedente y liberarlo cuando la demanda aumenta, lo que optimiza la eficiencia energética del sistema y garantiza un suministro continuo de calor a los usuarios, permitiendo una mayor flexibilidad en la gestión del suministro de calor y facilitando la integración de fuentes de energía renovable intermitentes, como la energía solar o eólica, en la red de calor.